En mis días no tan buenos mi amada consejera siempre me recuerda que el proceso de recuperación no es lineal. Que es totalmente normal tener días buenos y días “malos”. Y que lo más importante es perseverar.
Todo esto es cierto. En medio de este proceso siento que vivo eternamente montada en una montaña rusa. Con un sube y baja de emociones constante, donde en ocasiones ni yo misma puedo definir o expresar lo que siento. Pero cuando estoy en los carriles de abajo recuerdo que es temporal. Es todo cuestión de tiempo para disfrutar la vista y el gozo que dan los carriles de arriba. He descubierto que esos carriles que no me gustan tanto han desarrollado empatía, paciencia y optimismo en mí. Me hacen valorar aún más los días buenos y han hecho crecer mi lado humano. Ahora soy fiel creyente que todo tiene un propósito. Y al final todo obra para bien.
Que tus fuerzas sean multiplicadas para resistir, persistir e insistir. ¡No te rindas! -Jonaira Ramos
Para eso días que creemos perder la batalla, aquí te dejo unos puntos a identificar:
LAS COSAS PASAN
La vida es impredecible. No importa lo muy preparados que estemos cuando se trata de nuestra salud mental. La misma puede verse afectada por sucesos internos o externos. Es importante aceptar que no tenemos, ni debemos tener el control de todo. Es posible que todo ande bien y algo inesperado suceda que cause una crisis. Al igual podríamos tener un tiempo prolongado de episodios y luego descubrir algo que te impulse positivamente. Trabaja un día a la vez.
EL CAMBIO ES LO ÚNICO SEGURO
Nuestra salud mental es inestable, es cambiante y depende de muchos factores. De muchas cosas que implementemos solo algunas ayudaran. Cuando esa rutina no es beneficiosa es importante hacer cambios y crear nuevos hábitos. Esto conlleva mucho trabajo, en los días que tu energía se agota; recuerda que todo da y pasa. Nada queda igual, siempre hay espacio para mejorar.
LA RECUPERACIÓN PUEDE FRUSTRAR
Los altibajos de la vida misma sumado a un diagnóstico de salud mental pueden ser abrumadores. Nos concentramos en trabajar muy duro para avanzar. Y al no alcanzar nuestros objetivos, la desmotivación y la frustración nos ganan. Lo que puede hacernos sentir con poca esperanza y confianza en nosotros mismos y en nuestro proceso. En momentos como estos no pierdas el enfoque. Toma una pausa, respira, detente, crea un balance y recargar. En el descanso te dará nuevas fuerzas para batallar.
ENTIENDE TUS ESTRESORES
Es conveniente descubrir qué cosas podrían estar asistiendo en la decaída de nuestra salud mental; hábitos, límites, obstáculos, falta de apoyo, etc. Debemos buscar ayuda para identificar cuáles son nuestros desencadenantes y aprender a manejarlos. Llevar un diario facilita el conocimiento de nuestros patrones y nos da luz acerca de la perspectiva que tenemos sobre determinadas situaciones. En ocasiones solo necesitamos un cambio de pensamiento.
LA CAÍDA NO BORRA NUESTROS LOGROS
Es fácil sentirse desesperado cuando nuestro ánimo vuelve a bajar. Tendemos a concentrarnos más en las pérdidas, que en las ganancias. Tener momentos “malos” no borra todo lo que hemos logrado. Celebra tus victorias por más pequeñas que sean. Que los momentos buenos o intermedios no pierdan su valor. Si lo superaste antes lo puedes superar ahora. Pues has ganado conocimiento, has aprendido lecciones, tienes más sabiduría. Estás en un lugar diferente, ahora tienes experiencia y habilidad.
NO ES NUESTRA CULPA
No elegimos la mala salud mental. No debemos castigarnos por cómo nos sentimos. Al contrario, esta es una oportunidad para evaluar qué áreas de nuestra vida debemos cambiar. Tomar acciones pertinentes y sacar lo bueno de cada situación. No es tiempo de culpas, es tiempo de compasión.
ESTÁ BIEN, ESTAR MAL
No estar bien puede ser difícil de aceptar y sobrellevar. Pero está bien, estar mal. El bienestar permanente es imposible, puesto que es en momentos de malestar donde aprendemos. En medio de las tribulaciones es cuando reconocemos que necesitamos ayuda. Acogemos el cambio y estamos dispuestos a trabajar en el cuidado personal y la autocompasión.
Sea lo que sea que estés pasando te envio un abrazo.
Comience una cadena de ayuda, comparte esta publicación con alguién que podría necesitarla.