No hay nada más cierto que el dicho, todo en exceso hace daño. Esto pasa con el estrés; el estrés se puede ver de manera positiva cuando ayuda a evitar el peligro. Pero cuando este permanece por períodos largos, es cuando amenaza la salud del individuo.
¿Qué es el estrés?
Simple es un sentimiento de tensión física o emocional en algunos casos ambos. Trabaja liberando hormonas, las mismas envían un mensaje de alerta al cerebro y es cuando ocurre la tensión muscular y las pulsaciones elevadas. Es un sistema de autoprotección del cuerpo.
El problema reside cuando se extiende por largos períodos de tiempo, lo que se le conoce como estrés crónico. Durando semanas o meses. Este tipo de estrés puede desencadenar en problemas de salud más graves como: depresión y/o ansiedad, presión arterial alta, obesidad, diabetes, insuficiencia cardíaca; entre otros.
¿Cómo se que sufro de estrés?
Los síntomas más comunes son: fatiga, falta de concentración, diarrea o estreñimiento, aumento o pérdida de peso, problemas con el sueño, pensamientos compulsivos.
¿Cuál es la receta antiestrés?
Cambia tu forma de pesar: Concéntrate en lo positivo, cuando pensamos en lo negativo atraemos más problemas que soluciones.
Rodéate de buenos amigos: Esas personas que te hacen reír, que siempre tienen cosas buenas que decir, que te hacen olvidar el mundo.
Quiérete: Saca tiempo para mimarte, date un baño de espumas, ve por una sesión de masajes, pedicura, manicura o un buen “cambio de look”
Crea: Colorea, dibuja, siembra, escribe. Saca tu imaginación a pasear.
Muévete: Ejercítate; camina, corre, baila. El ejercicio cardiovascular ayuda a bajar el nivel de cortisol.
Come saludable: Las azúcares, la cafeína y las malas grasas no van de la mano con el estrés. Ayúdate con una dieta baja en cafeína y grasas.
Duerme: El descanso es nuestro mejor amigo. Trata de descansar un mínimo de 8 horas.
¡Ríe, canta, baila!
Intenta estos pasos, ¡Lo agradecerás!
Comience una cadena de ayuda, comparte esta publicación con alguién que podría necesitarla.