Tan cierto es que la depresión se centra en el pasado, como la ansiedad en el futuro. Y en la prisa del día a día nos olvidamos de vivir el presente. Se nos va la vida en iras pasadas y esperanzas futuras. Pero el presente, ¿Quién lo vive?
Creo firmemente que esto es el gran misterio de la vida. Quién aprende a vivir en el aquí y ahora encuentra un tesoro inigualable. Pues lo que ya pasó, no se puede cambiar. Y lo que está por pasar, no lo sabemos. Por más que nos preparemos; el futuro es incierto y no tenemos control sobre ello. Vive hoy, y mañana ya veremos.